Espacio Territorial

IPX KATTE PKHAKECH NASA THËSAWESXTKA ÜUSYATXN YACTEY FXI’ZENXIS KAJIYUNA U’PUTX

En un ejercicio de conocer a profundidad el significado del arte que surge desde las prácticas ancestrales de las y los mayores, los comunicadores insisten en despertar la conciencia familiar y comunitaria frente al arte, para ello ha sido necesario unir fuerzas, acciones, pensares y sentires profundos que nacen del respeto y reconocimiento a las personas que reflejan la verdadera comunicación para la vida desde el Arte indígena.

Ipx kat del territorio de Toez. Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio.

Se avanzó en un compartir de la palabra que surge desde el sentir y hacer de mayoras y mayores de los territorios indígenas, Us Wal kiwe, Vxiu Beh kiwe Y kwet yu kiwe, lo cual permitió poner a palpitar el Üus en La Ipx kat del territorio de Toez los días 11 y 12 de noviembre de 2021, lugar de encuentro de la Tulpa de saberes Ancestrales del Arte Indígena al que fueron convocados sabedores y sabedoras en Alfarería, Danza y música autóctona, tejidos, y comidas propias.

De este espacio participaron, estudiantes de la institución educativa de Toez Caloto, movimiento juvenil y comunicadores de los colectivos de comunicación; Voces de Nuestra Tierra de Jambalo, We’jxia Kaa’senxi del cabildo de Corinto, Tejido de Comunicación de la ACIN y Nasa Stereo de Toribio.  De esta manera continuamos nuestra labor para hacer memoria, escuchar para aprender y replicar el conocimiento.

Docente Albeiro Salazar institución educativa el Damian Tacueyo.
Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio.

“La alfarería tiene un promedio de ocho mil años, a través de este arte se hicieron las trasformaciones de las comunidades, los antepasados cocinaban el mote en grandes ollas de barro que ellos mismos elaboraban y no era que ellos cogieran una pelota de barro y dijeran vamos a hacer esto, no, lo hacían a través de experimentación y procesos donde empezaron a descubrir que sí el barro se moldeaba y se hacía un tratamiento serviría como un utensilio. A través de las vasijas de barro los antepasados escribían la historia en cada figura, fue el primer papel para transmitir el conocimiento de generación en generación, todo tiene una relación, las figuras, los sonidos y grabados servían para identificarse de un grupo a otro, se debe aprender que al barro hay que tenerle respeto porque él tiene dueño espiritual, así como le puede dar también le puede generar enfermedad. cuando elaboramos un instrumento en barro se trabaja cuatro elementos; agua, aire, fuego y tierra, entender lo anterior da el significado al Arte”. Fueron palabras compartidas por el docente Jorge Albeiro Salazar del territorio de Tacueyo, quien llevo su maletín cargado de pequeñas y grandes muestras del trabajo pedagógico que viene compartiendo con los estudiantes. Julián López del territorio Amyu Kiwe complementó el ejercicio de Alfarería. Compartiendo a todos los participantes de la primera tulpa de saberes una pequeña porción de barro, concentró la atención de todos, parecían niños, algunos se esmeraban por hacer bellas figuras, jarras, animales, carritos, astros entre otras figuras que al calor de abuelo fuego algunos lograron cocer para llevar como muestra de este compartir. Algunos se les seco el barro, pocos desistieron en el proceso, otros después de haber cocido sus creaciones se dieron cuenta que algo faltó, fue todo un proceso que convocó a dejar volar la imaginación. Por aproximadas dos horas el celular dejó de interrumpir el tiempo y la concentración de los participantes, Se podría decir que los dos maestros lograron sembrar un conocimiento que se debe replicar.

Piezas elaboradas por participantes del conversatori. Saberes desde el arte ancestral
Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio.

seguidamente el maestro de música Jesús Antonio Pancho, cargando su yaja cargada con  flautas de diferentes tamaños continuo tejiendo la palabra invitando a reflexionar sobre el significado de la música: “Nos mal enseñaron que solo el músico puede sentir o hacer música y resulta que no, estamos aprendiendo y entendiendo que el arte es un principio, un valor y un espíritu presente en cada uno, que se siente de manera diferente, es otra cosa, pero todo está conectado, ya sea con la música, la danza, es decir con todo el tejido que implica el arte”.

Insistió que para entender ¿qué es el arte?, ¿qué significa?, ¿qué se puede considerar arte y qué no?, hay que diferenciar entre que es una artesanía y que es arte. Hay que profundizar sobre esos conceptos que se van construyendo en la vida, a veces se piensa que son únicos, pero hay diferentes modos de ver e interpretar.

Según el maestro Pancho, cuando se habla de la música, se está hablando de salud mental, por eso se articula una cosa con la otra, cuando se habla de los pasos espirituales para cosechar el Jao o la planta para las flautas, indiscutiblemente se toca el tema de la madre tierra y territorio, hay todo un ejercicio que permite tejer diversos sentires y a su vez agrego:

“La música propia se aprende escuchando en espacios sagrados, melodías que a veces llegan, se trata ahora de entender que hay personas que tienen el don de escuchar la música en espacios que no todos escuchan, por ejemplo, a través de los sueños y los espacios de vida o lugares sagrados. El mundo es música, todo está fluyendo ahí, el oído solo nos permite capturar pequeñas muestras de la maravillosa vibración del universo que se traduce en la música, los animales tienen la posibilidad de escuchar otros sonidos que los seres humanos no escuchan, los pájaros tienen sus propios cantos de manera determinada, a ciertas horas del día que ellos sienten vibraciones porque están conectados y aunque los seres Nasa no tengan el oído de escuchar dichos sonidos que escuchan los animales, sí pueden dar lectura a algunos de los mensajes que los animales emiten a través de su canto”.

Sabedores en música y danza ancestral territorio Cxhab Wala Kiwe.
Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio.

El maestro Richard Escobar por su parte puntualizó: “La música es considerada una medicina, es tanto su poder que puede curar, pero sino se aprende a interpretar el sentido profundo de la misma puede haber música que nos lleva a ocasionarnos daño”.

Concluyendo el compartir acerca del arte hecho música, los dos maestros interpretaron una melodía que tocó fibras profundas “Lo que acabamos de escuchar nos transportó a un espacio de vida donde solo se respira el fresco de la espesura del bosque”, manifestaron dos participantes de la Tulpa.

Por su parte el the’sa Joel peña como todo Nasa alegre comenzó su momento con un chiste que provocó la sonrisa de los participantes, seguidamente expresó, las artes ayudan a despertar los sentidos y sirven para entender que cada persona tiene un don, a partir del sentir y compartir, las artes se deben tener en cuenta en todos los procesos formativos.

Respecto a las danzas autóctonas el the’sa nos compartió “Las danzas se viene fortaleciendo en los espacios colectivos como las ceremonias mayores y cada una tiene su significado importante para la armonización del cuerpo, la familia, la comunidad y el territorio, para ahuyentar la enfermedad y la desarmonía en todos los ámbitos. Las danzas autóctonas están acompañadas de kweta kubi tukasa, interpretes de la música de flauta y tambor. Las danzas; Newey ku’j, ulcey ku’j, sxape ku’j, fxiw ku’j, ipx kwet ku’j, wejxia ku’j, ptam ku’j entre otras, tienen un orden de ubicación y por eso se debe tocar y danzar con respeto, salir, entrar o cruzarse a cualquier lugar mientras se realiza la danza tiene una implicación espiritual, por ello siempre van orientadas por un Kiwe the sea hombre o mujer, seguidamente se ubican las autoridades y posteriormente la comunidad. De acuerdo a las ceremonias espirituales se debe usar el vestuario adecuado donde se utiliza la ruana negra o la blanca dependiendo de la ocasión”. En esta amena conversa, tambien la the’sa Eleuteria Ul, tejedora de la vereda la Primicia Am yu kiwe, llevó fibra de cabuya o fique, lana de ovejo, hilo industrial y muestras de los tejidos que ha elaborado. Una vez tomó la palabra indicó: “El tejido es un manifiesto del diario vivir de la mujer, es un saber que las abuelas dejaron desde la parte ancestral, el arte es todo, es un tejer la vida. La Yajá de cabuya representa el útero de la mujer, por eso cuando la semilla se fecunda, el estómago crece, así como la yajá de cabuya.

The’sa (sabedora) tejedora  Eleuteria Ul.  Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio

El modernismo ha hecho que se vayan debilitando algunas prácticas como el tejido en cabuya y otras prácticas. hoy se habla de lo que viene de fuera, se cambió la yaja por la bolsa plástica que contamina, además las bolsas no tienen la misma resistencia, con el peso se rompen no es como la yaja, pero ya se perdió la costumbre, preferimos comprar bolsas y seguir contaminando la madre tierra, hay que volver a tejer, el tejido también ayuda a equilibrar los ciclos de vida del ser Nasa”

El the’sa Reinel Guetio del territorio de Canoas, a pesar de sus múltiples ocupaciones llegó hasta Toez para compartir. Con la sencillez que caracteriza a un verdadero sabio se sentó y comenzó a contar de manera natural como el tejido del sombrero lo llevó a ser quien es hoy.

“Me daba pena antes utilizar el sombrero” su papá le regalo un sombrero, sus primos le querían comprar el sombrero por lo cual consultó a su papá que le enseño que lo que le regalan a uno no se debe regalar”. El sombrero se le acabo y fue ahí donde empezó a tejer, sonriente indico” hoy soy más conocido como el señor del sombrero” y siguió “El klum tiene que ver mucho con la parte artística, no es un espíritu malo como pretendía hacernos creer la religión occidental, antes los indígenas tejían los sombreros, los canastos, las esteras, hay tejidos y trenzados, no es lo mismo ponerse un sombrero comprado a tejer uno mismo el sombrero y ponérselo, eso da más energías, más fuerza. Lo que me hizo crecer en la parte organizativa fue el sombrero, se me abrieron muchos espacios”, recordó.

The’sa Reinel Guetio, sabedor del tejido de sombreros ancestrales.
Foto: Colectivo de comunicación Nasa Estere Toribio.

Según el the’sa Reinel, “el cxua o sombrero es un escampadero, así como cuando llueve uno se entra escampar así mismo es el sombrero, además es protección, cubre la cabeza por donde entran todas las energías, ahí está el sxabwes, camino de la vida, tiene un lado para colocárselo teniendo en cuenta que nuestro futuro esta atrás, hay tejido para el sombrero masculino y femenino y para cada ceremonia hay un tejido especial”. Rosalba Vitonas the’sa de Vxiu Beh kiwe, dio la siguiente puntada en el tejer de saberes desde los alimentos propios. La the’sa conocedora de la comida propia, se ubicó frente a la abuela de la tulpa, tejiendo una yaja Wala de cabuya saludó en kwesx yuwe enseñando que para el Nasa todo proceso se inicia desde la espiritualidad, recogiendo las practicas que sus antepasados le transmitieron como el tejido y el idioma, demostró la capacidad de realizar varias acciones al tiempo. “Antes las familias se alimentaban con productos propios del tul, como chachafruto, arracacha, rascadera, frijol cacho, frijol perrito, cogollos de rascadera, mejicano, el zapallo, papa sidra, mote con escama o pelado con ceniza, ese se comía con aguasal, cebolla y ají, se comía poca sal y poco dulce, la juventud de hoy ya no le gusta comer así por eso tocó aprender a preparar los productos de otra manera, hoy del zapallo se hace torta, puré, colada entre otras preparaciones. Alimentar sanamente a los niños es importante, los niños de ahora son muy delicados, se enferman mucho, antes no era así, hay que recuperar esa práctica de la comida sana, para alimentarse las familias tenían sus gallinas, bimbos, curíes, conejos, poco se compraba en el mercado, ahora las personas se enferman y no duran mucho tiempo”.

The’sa Rosalba Vitonas. Sabedora en alimentos propios.  Foto: Tejido de comunicación ACIN.

Para concluir el compartir de la tulpa de saberes ancestrales del arte indígena. Juan Carlos Largo, joven tejedor de techos de las casas culturales “Tulpas”, arte que para algunos no existe, compartió este saber que ha ido aprendiendo con la orientación de los kiwe the, indica que, para tejer estas obras, se debe partir del cumplimiento de las orientaciones del Kiwe the, pues es el sabedor quien catea el lugar donde se construirá la obra. El recogido de la madera, la paja, la hoja de caña o iraca es un proceso, tiene unos tiempos y la materia prima se encuentra en unos espacios de vida que hay que respetar y proteger. En los sitios donde había paja antes, no se recogió de manera respetuosa por eso en algunos lugares se acabó, los sitios que proveen los materiales propios prima deben ser protegidos, agregó que. “En el territorio actualmente tejedores que conozcan de manera integral acerca de la construcción de estas obras son escasos, además las familias ya no están construyendo de esta manera prefieren otro material, lo cierto es que, por salud las casas techadas con material del medio tienen un promedio de 50 años que brindan garantía del cuidado de la salud a quienes la habiten”.

Los anteriores, son apartes de los saberes y conocimientos compartidos por mayoras y mayores que manifiestan que estos encuentros deben volverse a realizar, lo cual coincide con los participantes que se mostraron agradados con el primer ejercicio, donde surgieron varias inquietudes que fueron resueltas por los mayores, algunos deberán investigar varios conceptos para interiorizar con mayor claridad el conocimiento. Con el compromiso de generar un segundo momento con mayor tiempo para la práctica, cada participante agradeció la oportunidad de valorar, conocer y aprender de los mayores.

Redacción:  Colectivo de comunicación Nasa Estéreo Plan de vida Proyecto Nasa.

Edición: Colectivo de comunicación We’jxia Kaa’senxi Cabildo de Corinto.

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