Espacio Territorial

Tocaron el corazón, la raíz de nuestra espiritualidad

“Decirles a los actores armados, que nosotras, las mujeres, vamos a estar siempre en pie de lucha, así nos maten, siempre vamos a seguir pariendo hijas e hijos para la lucha y para la defensa territorial”

El lunes 14 de junio en el Municipio de Corinto se llevó acabo la asamblea pública de denuncia por los recientes asesinatos de autoridades indígenas mujeres por parte de los diferentes grupos armados legales e ilegales que operan dentro del territorio del Cauca.

Mujeres, mayoras, kiwe Thegnas (Guardias Indígenas) y comunidad en general se encontraron en el puente que conduce de Corinto a Miranda para hacer una caravana hasta llegar al parque principal del municipio de Corinto, en el recorrido se expuso ante los habitantes la falta de garantías hacía la vida, los recientes asesinatos en cadena que vienen arremetiendo no solo en el Cauca si no a nivel nacional contra quienes hablen fuerte ante la defensa del territorio. Comenzaron con Cristina Bautista, llevándose la vida de varios Kiwe Thegnas (Guardias Indígenas) de Toribio, siguieron con Edwin Dagua, se atrevieron a tocar a la comunicadora Beatriz Cano en donde en ese mismo ataque cae una autoridad de Monchique y el hecho más reciente, asesinaron a la autoridad Argenis Yatacue junto a su compañero de vida Marcelino Yatacue, ambos de la vereda Media Naranja del resguardo de Corinto.

La asamblea da lugar no solo a la reflexión del contexto que vivimos y que por muchos años se han vivido, sino también a analizar ¿Qué papel tiene las comunidades dentro de los territorios? Y frente a esas realidades ¿Cuáles van a ser sus acciones? Porque solamente en el municipio de Corinto en el 2018 asesinaron a 56 personas, en el 2019 70 personas, en el 2010 50 personas y en el 20121 ya llevan 30 personas, sin contar todos los asesinatos que se dan en los diferentes territorios ya sean de afros, campesinos y lo que ahora desenmascaró el Paro Nacional que también se da en las ciudades, esta matanza, estas masacres se dan a nivel nacional, en todo el país. Están cooptando y usando a las mismas comunidades en posiciones contrarias, están entrando y fragmentando la unidad y la fuerza de las diferentes comunidades, llevándose a los jóvenes e involucrándolos en una guerra contra sus mismos.

“Nos han tocado la dignidad, el corazón, la cultura, el pensamiento, lo más digno que son las mujeres. Y ya sabemos dónde están ya sabemos que hacen. ¿Hasta cuándo? Mañana matarán a otra compañera ¿Y nos vamos a quedar marchando, gritando, únicamente? Antes se unieron terratenientes, políticos, fuerzas militares, los pájaros, el estado, nos hicieron gavilla y nos mataron y hoy nos hacen gavilla y nos matan a lo escondido, por la espalda eso es de cobardes ¿Hasta cuándo nos vamos a dejar humillar? ¿Hasta cuándo vamos a estar llorando muertos?

¿Qué pasaría con esas estructuras armadas cuando ya no haya marihuana ni coca, les interesa estar en el norte del Cauca?, ¿Es la razón por la cual por años y años los territorios con cultivos de uso ilícito no pueden vivir en paz?, ¿Se está acabando la solidaridad, la reciprocidad en la comunidad?, ¿Cómo rescatar las prácticas de los mayores y las mayoras?

Estos hechos no pueden quedar en la impunidad, ni reducirse solamente al dolor, como familias, como comunidad, como padres, docentes hay que preguntarse ¿Qué está pasando con los hijos, las hijas, los jóvenes?, ¿Qué ejemplo se les están dando?,¿Cómo se está direccionando las motivaciones y los sueños de vida?

“O nos unimos o nos matan de a uno, o seguimos marchando y llorando o nos unimos para defender el territorio, no esperemos del estado, ni del gobierno, ni de las instituciones, porque no nos van a ayudar, nos han dejado solos, nos dejarán solos de nuevo”

Como organización hay uno principios y una plataforma de lucha, hay que caminar en juntanza y reciprocidad para avanzar con màs fuerza desde las semillas, desde la base, desde la comunidad. 

“Aquí Estamos en pie de lucha, aquí estamos para seguir resistiendo como pueblos indígenas, aquí estamos para decir que no nos da miedo, nos han querido callar, pero acá seguimos por con esas voces que quisieron apagar”

Por: tejido We’jxia Kaa’senxi, cabildo de Corinto

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