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Abelardo Liz Cuetia, la voz indígena

Por: Antonia Villegas y Susana Fernández

Abelardo Liz Cuetia otro líder indígena asesinado a los 34 años y dejando a su pueblo abandonado y en silencio, una vez más por las injusticias del país.

La función de un periodista va mucho más allá de recolectar y divulgar información, al igual que la de un líder. Un líder se caracteriza por luchar por los derechos y hacer escuchar a su comunidad; al callar a una persona así miles de vidas serán perjudicadas y volverán a la cruel realidad de las injusticias. Al matar a un líder social y comunicador como lo era Abelardo Liz, se calla su voz y la de su pueblo. Esto tal cual fue lo que hizo u gobierno guerrerista el jueves trece de agosto, en Corinto Cauca al arrancarle la vida al joven indígena.

Un carisma arrollador

El joven indígena nació en Corinto, un municipio ubicado entre el Valle del Cauca y la zona montañosa del Macizo Colombiano. Alcanzó a vivir solo treinta y cuatro años en su pueblo natal. Abelardo era de esos hombres que estaban dispuestos a todo; era una persona muy social, con un tacto y un carisma arrollador. A él le podían pedir favores de cualquier tipo, juegos, partidos de fútbol y siempre decía que sí. Tenía una actitud ¨todo terreno¨ como nos dijo su hermano Hilario Liz. Como decían sus allegados ̈ pequeño de altura, pero con una energía positiva inmensa ̈. Él era el menor de sus hermanos, en total eran seis hermanos. El líder no estaba casado ni tenía hijos así que se dedicó a cuidar y apoyar a su madre hasta el último de sus días. Él era su consentido y vivían juntos, por eso crearon una conexión tan fuerte que hasta el día de hoy que no está, su madre aún dice que él sigue ahí acompañándola.

Dejó un inmenso vacío en la vida de todos sus familiares, a pesar de que ya no vivían juntos todos, era de costumbre hacer reuniones cada dos semanas o cada mes, donde se preparaban comidas y juntos se sentaban a charlar por horas sobre las vueltas de la vida. Cada día después de su trabajo en el cabildo, subía la vereda la Ester, dónde había nacido y se había criado. Para llegar a la casa de su madre, de vez en cuando se topaba con su hermano Hilario Liz el que era muy cercano desde su juventud.

Su espiritualidad ante todo

En la región indígena donde vivió Abelardo, la espiritualidad y los rituales propios eran gran parte de sus vidas. Al igual que su comunidad, el líder era un ser muy espiritual, estaba muy involucrado en la participación de los actos tradicionales de sus creencias. En sus tiempos libres le gustaba pasar tiempo en contacto con la naturaleza al ir a lagunas y páramos en el que también practicaba sus rituales espirituales.

En su cultura se hacen cuatro rituales a lo largo del año. En marzo se realiza uno para aplacar las malas energías del territorio y fortalecer las buenas. En julio es el año nuevo, así que hacen armonizaciones en las que realizan bebidas típicas y danzas. En septiembre, dado que es tiempo de siembra, se hace un ritual dedicado al sol y al viento en el que se convoca a la comunidad y se fortalece la identidad. Finalmente, en noviembre se hace el último del año, y es un ritual en que se ofrenda a los muertos. Todos estos Abelardo los hacía con entusiasmo y dedicación.

Un líder solidario

Abelardo era un ser muy admirado y adorado por parte de sus amigos, familiares y compañeros de trabajo. Era una persona solidaria, que siempre ponía las necesidades de los demás por encima de las de él, llevándolo a despertar una pasión como líder y vocero de su comunidad en Corinto, Cauca. Fue líder por quince años defendiendo las tierras natales indígenas y defendiendo los derechos de ellos también.

Pertenecía a una vereda llamada La Ester en lo alto de Corinto, conformada por 72 familias que eran alrededor de 300 personas. Sin embargo desde hace 6 años hacía parte del Cabildo Indígena de Corinto Cauca, el cual era conformado por 12,000 personas y 38 veredas.

Su último proyecto principal como líder era una iniciativa que se está llevando a cabo llamada La Liberación de la Madre Tierra, que tenía como objetivo recuperar unas tierras a lo alto de Corinto que están en manos de los ingenios azucareros, donde fueron desplazados gran cantidad de indígenas. Sin embargo, desde hace cinco años ciertas familias indígenas decidieron ir a intentar recuperar sus tierras al sembrar alimentos como frijol, yuca y plátano para quitar espacio a los cultivos de caña de azúcar que tienen invadido el territorio. Los indígenas se instalan en chozas y cambuches en el territorio invadido con la esperanza de recuperar sus tierras. Abelardo siempre cubría estas iniciativas al visitarlos y refutar el proceso, sin embargo en los últimos años se habían entrometido muchas de las fuerzas públicas para causar el desalojo de estas familias.
Abelardo murió en un cubrimiento de desalojo de liberación y fue asesinado por el ejército.

La comunicación social su pasión

Abelardo era un apasionado por el periodismo y la comunicación social, después de haber terminado sus estudios bachilleres, decidió emprender en su proceso de formación como comunicador realizando unos cursos en la escuela de comunicaciones en la zona Norte. Estos cursos eran realizados por El Tejido de Comunicaciones de la ACIN, se demoró 2 años en finalizar. Luego se dedicó completamente al Cabildo de Corinto para ejercer su rol como comunicador por cinco años, en el cual comenzó como un trabajo semipermanente pero resultó como finalidad en su trabajo permanente. Su cargo era en el ámbito radial en la emisora del Cabildo, hacía también cubrimientos audiovisuales, reportería y notas periodísticas para publicar en la página web del Cabildo de Corinto el cual hace parte del CRIC. En esta página web hay alta variedad de contenido noticioso y alternativo tales como audios, videos y notas escritas.

Lo que dejó su silencio

La muerte de Abelardo ha marcado mucho a sus compañeros de trabajo, familiares y su comunidad. Su ausencia es notoria pero será eternamente agradecido por sus actos de bondad y resiliencia; un líder luchador y adorado por su comunidad para siempre. En cuanto a sus iniciativas de líder social, desde el día de su muerte están reestructurando las ideas para poder llevarlas a cabo y luchar contra las injusticias del país en su honor. Además, su muerte dejó a sus allegados llenos de enseñanzas y con conciencia de que se debe disfrutar cada segundo de la vida.

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